📘 Clase: La Parábola de la Levadura
✨ Objetivo de aprendizaje
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Comprender el mensaje de la parábola de la levadura.
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Relacionar el crecimiento del Reino de Dios con ejemplos de la vida cotidiana.
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Desarrollar valores de fe, esperanza y transformación interior.
1. Motivación inicial (5 min)
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Mostrar un poco de levadura o polvo para hornear y preguntar:
👉 ¿Qué sucede cuando ponemos un poquito de levadura en la masa?
👉 ¿Cómo algo tan pequeño puede transformar tanto?
2. Lectura bíblica (5 min)
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Leer el texto:
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Mateo 13:33
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Lucas 13:20-21
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"El reino de los cielos es semejante a la levadura que una mujer tomó y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo quedó fermentado."
3. Explicación y reflexión (10 min)
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Jesús usó la levadura como símbolo:
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Aunque es pequeña, transforma toda la masa.
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Así actúa el Reino de Dios en el corazón de las personas.
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Valores que enseña:
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Transformación interior → Dios cambia nuestro corazón poco a poco.
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Pequeños comienzos → no importa si la fe es pequeña, puede crecer.
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Influencia positiva → nuestras acciones buenas se esparcen en los demás.
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Ejemplo cotidiano: Una sonrisa o una palabra amable puede mejorar el día de muchos.
4. Actividad práctica (15 min)
a) Juego de comparación
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Dividir el tablero en dos columnas:
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La levadura en la masa
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El Reino de Dios en la vida
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Los estudiantes dicen ejemplos y se escriben:
| Levadura en la masa | Reino de Dios en la vida |
|---|---|
| Hace crecer el pan | La fe crece en el corazón |
| Se expande rápido | El amor se comparte |
b) Manualidad rápida
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Entregar una hoja y pedir que dibujen una hogaza de pan.
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Dentro escriben un valor que, aunque pequeño, puede transformar su vida (amor, perdón, bondad, solidaridad).
5. Cierre y mensaje final (5 min)
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La parábola nos enseña que:
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El Reino de Dios empieza en lo pequeño.
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Si dejamos que Dios actúe, todo en nosotros cambia para bien.
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Frase para recordar:
👉 “Un poquito de fe puede transformar grandes cosas.”
📖 Lectura adaptada: La Parábola de la Levadura
Un día, Jesús quiso explicarles a sus amigos cómo es el Reino de Dios.
Entonces les dijo:
“El Reino de Dios se parece a la levadura.
Una mujer tomó un poquito y lo mezcló con mucha harina.
Aunque parecía muy pequeño, la levadura hizo que toda la masa creciera y se transformara en un pan grande y esponjoso.”
Jesús enseñó con esto que, aunque nuestra fe sea pequeñita, puede crecer y transformar todo lo que hacemos.